De la Ficción a la Realidad

Aminetu Haidar se encuentra recluida en el aeropuerto de Lanzarote, ya que no puede volver a Marruecos, país del que ha sido expulsada, pero tampoco puede ser considerada ciudadana española. Ahora mismo, la activista saharaui es una mujer apátrida que busca soluciones para volver a su país de forma digna. Es por ello por lo que lleva ya veintiséis días en huelga de hambre.

Salvando las apariencias, su caso recuerda aquella película en la que un bonachón Tom Hanks debía vivir por tiempo indefinido en el JFK de Nueva York. ¿Acaso la ficción puede convertirse siempre en realidad? Aminetu ha decidido poner en jaque a las autoridades españolas, pues dice que no han hecho lo suficiente para repatriarla. No le importa cuántos días más deba seguir a base de agua y azúcar, sólo quiere volver al Sáhara Occidental, viva o muerta, pero con dignidad.

El mundo de la cultura pide que sea el Rey Don Juan Carlos quien medie con el gobierno autócrata marroquí, pero el Ejecutivo español se niega. Las autoridades internacionales, así como la Unión Europea y la ONU, reclaman que ahora es el momento de que el gobierno de Zapatero se deje de diplomacias y actúe porque este caso tiene un previsible, pero horrible, final amargo.

Aminetu no quiere ser alimentada a la fuerza, al contrario, emprenderá medidas legales en el momento que se la fuerce. Sólo pide que se cumpla la Carta de los Derechos Humanos y, si es necesario por la incompetencia del Ejecutivo socialista, que intervenga Estados Unidos.

Ahora bien, el dilema está entre hacer lo que se debe por compasión o aplicar la Ley en toda su extensión. Lo único que queda claro en la conciencia general es que Haidar debe vivir.