La madrugada del 12 al 13 de enero, un devastador seísmo de 7 grados en la escala Ritcher asoló Haití, el país más pobre de América con una renta per cápita anual de 386 euros. El terremoto y sus más de veinte réplicas menores han causado miles de muertos y han devastado la capital haitiana, Puerto Príncipe, hasta tal punto que todo el territorio ha sido declarado 'zona catastrófica'. La cifra de fallecidos asciende podría ascender hasta los 200.000, según ha dicho el ministro del Interior de Haití, Paul Antoine Bien-Aime.
"Ya hemos rescatado unos 50.000 cadáveres y anticipamos que puede haber entre los 100.000 y los 200.000 muertos en total, aunque nunca sabremos el número exacto"
Por otra parte, el ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, ha informado de que unas 250.000 personas han resultado heridas y entre 750.000 y un millón se han quedado sin vivienda.
La solidaridad queda patente
La ayuda internacional no se ha hecho esperar y desde todos los Estados ha habido un espectacular despliegue de medios para intentar mediar entre el caos que gobierna Haití. De hecho, este mediodía ha despegado un avión fletado por Cruz Roja Española desde el aeropuerto de Torrejón de Ardoz (Madrid) con una Unidad de Respuesta de Emergencia de Agua y Saneamiento completa, que se compone de cinco plantas potabilizadoras con capacidad para suministrar 300.000 litros para 15.000 personas por día.
Por su parte, Obama se ha reunido en la Casa Blanca con dos ex presidentes de Estados Unidos, Clinton y Bush, para coordinar la ayuda a largo plazo en Haití. Según ha afirmado el máximo jefe norteamericano, "la necesidad inmediata es distribuir el agua, alimentos y medicinas, pero después será necesario reconstruir el país más pobre de América". ¿Y cómo podrán hacerlo? Bush ha señalado que con dinero y, por ello, se ha unido con Clinton para liderar los donativos privados de los estadounidenses, que podrán enviar sus aportaciones a través de la página web que han creado: www.clintonbushhaitifund.org.
Otra réplica, vuelve el pánico
Una fuerte réplica de 4,5 grados en la escala de Richter ha tenido su epicentro a veinticinco kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, lo que ha provocado una situación de pánico extremo entre la población superviviente y los equipos de rescate. Se trata de la réplica más fuerte que se ha sentido desde el terremoto del pasado martes.
Según la ONU, el seísmo de Haití es el peor desastre al que la organización se ha enfrentado en toda su historia, peor incluso que el tsunami de 2004 que también asoló el Caribe, pues, según afirma Elisabeth Byrs, de OCHA (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios), en esta ocasión "el país ha sido decapitado". Los 27 equipos de búsqueda de la ONU en el lugar incluyen 1.500 personas y 115 perros que trabajan sin descanso, y que ayer lograron extraer a 34 personas llevando la cifra total de salvados a 58.
"El clima favorable y la manera como los edificios se hundieron, abriendo espacios de supervivencia, aumentan las posibilidades de que haya supervivientes"
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